Domiciliar recibos es un trámite muy frecuente dentro de las entidades financieras. Conocido ahora con el nombre de Adeudo SEPA, es la autorización que recibe el banco para que abone o cobre las facturas que recibimos de forma periódica. Es decir, programar el pago de determinados servicios para evitar molestias innecesarias al final de cada mes.
Es común que cualquier usuario o empresa tenga que pagar ciertos recibos de forma regular. Servicios como la luz, el agua, el gas, Internet o la suscripción a plataformas para ver series de pago. En todos los casos, la entidad bancaria realiza este proceso y te permite despreocuparte de la cuota. Imagina lo engorroso que resultaría tener que realizar manualmente todos los pagos. Con el riesgo que eso supone, además, porque el retraso en el cumplimiento de una mensualidad puede conllevar la suspensión del servicio.
Adeudos SEPA
Se crearon en 2014, momento en el que la UE decidió crear una zona única para pagos mediante el euro. Este nuevo instrumento ha simplificado al máximo las transferencias entre países de la UE y otros asociados (36, en total). Al emplear un mismo sistema, las transacciones se agilizan al máximo. Al unificar el proceso, se eliminan las trabas que se producían anteriormente, con dificultades para saber de qué país procedía el pago.
Este tipo de adeudos también son útiles para los empresarios o autónomos. Por ejemplo, en el caso de que quieran domiciliar el pago a clientes. Para ello, solo tienen que remitir una orden de domiciliación a su entidad bancaria. Este documento incluye, entre otras cosas, los códigos IBAN y BIC/SWIFT, además de una serie de datos.