Fraude telefónico: qué es y cómo prevenirlo
—Sí, ¿dígame?
—Hola, Sr. Romero, le llamo de su banco. Hemos detectado que se ha realizado un cargo erróneo en su cuenta. Para corregirlo a tiempo necesitamos que haga urgentemente lo que voy a indicarle…
Así podría empezar una llamada fraudulenta, realizada por criminales con el objetivo de ganarse nuestra confianza para estafarnos dinero. Es lo que se conoce como fraude telefónico, y lo más habitual es que el estafador llame a la víctima —cualquiera de nosotros— haciéndose pasar por empleado de alguna gran empresa que nos presta un servicio: luz, telefonía, banca o incluso software.
¿Cómo funciona el fraude telefónico?
Carmen Torres, ganadora de una beca WonNow, ha colaborado con el equipo de ciberseguridad de CaixaBank y nos explica en el vídeo cómo funcionan estos fraudes. “Lo que hacen es llamarte y engañarte haciéndose pasar por otra persona para conseguir algún tipo de beneficio”, advierte.
Por ejemplo, pueden hacerse pasar por tu banco y decirte que se ha realizado una compra ilícita en tu nombre y que, para anularla, necesitan datos como tu número de tarjeta, el código CVV o incluso la clave de firma de operaciones.
Si se hacen pasar por un empleado de una empresa informática, suelen decir que tu ordenador está infectado y que, para arreglarlo, tienes que bajarte un antivirus. El supuesto antivirus no es tal, sino un programa malicioso que, por ejemplo, podría modificar el importe de la transferencia que te solicitan como pago por el supuesto servicio, transformándola en una cantidad mucho más elevada.
También pueden decirnos que hemos obtenido un premio y que para abonárnoslo necesitan nuestros datos bancarios.
¿Quién puede caer en este tipo de fraude?
Pensamos que a nosotros no nos pasará, o que seremos capaces de detectar el engaño antes de caer en él. Pero en realidad no es así. La historia que cuenta el estafador suena creíble, hay un sentido de urgencia, nos presta ayuda para resolver un supuesto problema... Todo ello hace que cuando se produce la llamada no pongamos en duda su veracidad y actuemos movidos por la confianza y la urgencia.
Además, pueden llamar a cualquiera. “Pueden conseguir los datos de cualquier modo, ya sea con campañas de phishing, mediante llamadas de teléfono o entrando de forma ilícita en bases de datos”, explica Carmen. En algunos casos, simplemente prueban a realizar llamadas masivas.
¿Cómo identificamos una llamada de fraude?
Fundamentalmente, hay cuatro señales que pueden alertarnos de que se trata de una llamada cuyo objetivo es estafarnos:
- La llamada procede de un número largo o desconocido.
- Nos plantean que tenemos un problema que debemos solucionar urgentemente.
- Nos solicitan datos confidenciales (por ejemplo, los datos de la tarjeta o las claves de firma on-line de operaciones bancarias).
- Nos piden que hagamos algo fuera de lo habitual (descargar un programa, realizar una transferencia…).
¿Y si sospechamos que se trata de un fraude?
Si sospechamos al recibir la llamada, debemos apuntar el teléfono, el nombre de la persona y la empresa desde la que dice llamar, y colgar el teléfono. Después, sobre todo si hemos llegado a realizar algún movimiento bancario, debemos avisar inmediatamente a nuestro banco y también realizar una denuncia policial con toda la información recogida.
¿Se puede prevenir?
Para no caer en este tipo de fraude lo más importante es saber que el banco nunca nos solicitará por teléfono que hagamos operaciones, ni tampoco nuestros datos personales o bancarios. No debemos dar información a nadie que nos llame por teléfono, aunque diga hacerlo en nombre de compañías que nos prestan un servicio. Como recomienda Carmen Torres, “lo más importante es el sentido común: del mismo modo que no dejamos a cualquiera las llaves de casa, tampoco debemos dar a desconocidos ningún tipo de información personal ni financiera”.