Cuando navegamos por internet, es común encontrarnos con ventanas emergentes
solicitando la aceptación de cookies o el pago de una suscripción para navegar sin
ellas. Pero, ¿qué significa realmente aceptar o rechazar cookies?
Son datos almacenados en tu navegador cuando visitas una página web. Contienen información sobre tus preferencias de navegación, configuraciones, datos de inicio de sesión y productos guardados en tu lista de favoritos.
Permiten recordar datos de inicio de sesión, ajustes de idioma y ubicación, y guardar productos en la cesta de la compra. Además, recopilan datos sobre cómo interactuamos con un sitio web para mejorar su rendimiento.
Los tipos más habituales son:
Según la Guía de 2024 de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), es legal ofrecer la opción de pagar para navegar sin cookies. No se puede impedir a los usuarios acceder al servicio si rechazan las cookies, pero la alternativa al rastreo puede no ser gratuita.
Rechazar cookies y pagar por la privacidad: ofrece mayor privacidad a cambio de un coste mensual. Sin embargo, será menos personalizada y no garantiza una navegación totalmente anónima, ya que existen otras formas de seguimiento.
Aceptar cookies y navegar gratis: implica ceder tus datos de navegación a cambio de acceso gratuito al contenido. Aunque no hay un pago directo, pagas con tus datos personales y te expones a anuncios personalizados.
