Whatsapp, es una de las aplicaciones de mensajería instantánea más usadas del mundo.
Este tipo de aplicaciones han permitido cambiar por completo la manera de comunicarnos. Lo que antes era una llamada telefónica o un mensaje de texto, ahora es un mensaje instantáneo gratuito en el que podemos incluir imágenes, videos, documentos, contactos, notas de voz o incluso, nuestra ubicación.
El éxito de esta aplicación y el uso intensivo que hacemos de ella hace que sea también un instrumento ideal para que los ciberdelincuentes puedan contactar con sus potenciales víctimas.
En los últimos meses, muchos son los usuarios de esta plataforma que están recibiendo, desde un número desconocido, mensajes en un tono afectuoso y familiar. Estos mensajes, pueden indicar, sin decir nombres ni datos, que es alguien que tiene un buen recuerdo nuestro o alguien que tiene ganas de vernos. El objetivo es posteriormente sondearnos para que facilitemos nosotros la información de la persona de la que se podría tratar.
Otra técnica de ingeniería social
Esto no es más que una técnica de ingeniería social empleada por ciberdelincuentes, con el objetivo de manipularnos y engañarnos para obtener información nuestra y de nuestro entorno para así, poder estafarnos.
¿Y cómo funciona?
Una vez consiguen los datos de una persona de nuestro entorno (que podría ser la que está contactando con nosotros), los ciberdelincuentes van a seguir el juego y van a hacernos creer que esta persona tiene problemas económicos y necesita dinero para solventar una situación urgente.
Es habitual en este tipo de estafa que el ciberdelincuente se haga pasar por nuestra hija o hijo y nos diga que se le ha estropeado el teléfono móvil y necesita dinero urgente para comprar uno nuevo.
Otro ejemplo recurrente es cuando el ciberdelincuente se hace pasar por un familiar que ha quedado retenido junto con sus maletas en el aeropuerto y necesita dinero para poder salir de él.
Los pretextos pueden ser muy variados:
Hay que tener presente que la intención del ciberdelincuente va a ser ganarse nuestra confianza, manipularnos y engañarnos para conseguir que le enviemos nuestro dinero o incluso, nuestros datos personales o bancarios.
¿Cómo podemos evitar ser víctimas de esta estafa?
En primer lugar, aplicar el sentido común y no ser confiado van a ser nuestras mejores armas.
- Siempre que recibas un mensaje instantáneo de alguien desconocido, extrema las precauciones.
- Antes que nada pregunta el nombre de esta persona.
- Haz preguntas adicionales que te ayuden a verificar que realmente esta persona que contacta contigo es quien realmente dice ser (por ejemplo, haciendo preguntas que sepas que sólo tú y esta persona sabéis la respuesta). Establecer una videollamada también puede ser útil para verificar su identidad.
- Estate alerta ante expresiones y faltas de ortografía que te puedan resultar sospechosas.
- Si alguien te pide dinero, no se lo envíes sin antes asegurarte bien de la identidad de esa persona. Lo más recomendable es que lo confirmes usando los datos y medios habituales que tienes para contactar con esa persona.
Y, por último, nunca facilites tus datos bancarios ni personales a través de emails, mensajes, llamadas ni ningún otro canal.