La agricultura sostenible es una forma de cultivar alimentos sin dañar nuestro entorno. Busca cuidar los recursos naturales para que estén disponibles en el futuro.
En este artículo te explicamos qué es, cómo se practica y por qué es tan importante.
¿Qué es la agricultura sostenible?
La agricultura sostenible se enfoca en producir alimentos de manera que no se agoten los recursos, con el objetivo de proteger la naturaleza, ser rentable y mejorar la vida en el campo.
Este tipo de agricultura usa menos productos químicos y aprovecha mejor el agua y el suelo. El desafío es producir alimentos hoy sin poner en peligro la capacidad de cultivar en el futuro.
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¿Cómo se practica la agricultura sostenible?
Estas son algunas de las técnicas más usadas:
- Rotación de cultivos: Cambiar los cultivos en la misma tierra ayuda a mantener el suelo fértil y a evitar plagas. Así, el suelo se mantiene sano.
- Abonos naturales: En lugar de fertilizantes químicos, se usan abonos orgánicos como compost o estiércol. Estos mejoran el suelo sin contaminarlo.
- Ahorro de agua: El agua se utiliza de manera eficiente. Métodos como el riego por goteo y la recolección de agua de lluvia permiten usar menos agua.
- Control natural de plagas: En vez de pesticidas, se utilizan depredadores naturales o plantas que repelen insectos. Así, se protegen los cultivos sin dañar la biodiversidad.
- Energía renovable: Usar energías limpias, como la solar, ayuda a reducir las emisiones y hace que las explotaciones agrícolas sean más independientes.
5 beneficios destacados de la agricultura sostenible
Ya hemos visto algunas de las ventajas de este tipo de agricultura. Estas son los más importantes:
1. Cuida el medioambiente
La agricultura sostenible reduce la contaminación del agua, del aire y del suelo. Usar menos productos químicos ayuda a proteger y mantener la biodiversidad y los ecosistemas.
2. Mejora el suelo
El uso de abonos naturales y la rotación de cultivos mantienen el suelo fértil y saludable. Esto asegura que la tierra siga siendo productiva durante más tiempo.
3. Menos emisiones de CO2
Las prácticas sostenibles ayudan a reducir las emisiones de gases que provocan el cambio climático. Además, el suelo puede capturar carbono, lo que ayuda a frenar el calentamiento global.
4. Ahorro para los agricultores
La agricultura sostenible permite a los agricultores gastar menos en productos químicos y agua. También, al cultivar diferentes productos, se adaptan mejor a los cambios del mercado.
5. Mejora la vida en las zonas rurales
Las prácticas sostenibles crean empleo y fortalecen las economías locales. También mejoran las condiciones de vida de los pequeños agricultores y de sus familias.
Financiación para proyectos de agricultura sostenible
Uno de los mayores problemas para los agricultores que quieren cambiar a prácticas sostenibles es el coste inicial. Sin embargo, existen soluciones financieras como el Préstamo Sostenible BEI que ofrece CaixaBank.
Con este tipo de financiación, los agricultores pueden comprar tecnologías limpias, mejorar sus tierras y adoptar prácticas respetuosas con el entorno.
En definitiva...
La agricultura sostenible es clave para producir alimentos sin dañar el planeta. Al adoptar estas prácticas, los agricultores cuidan mejor sus tierras, aumentan sus ingresos y ayudan a proteger el medioambiente. Existen productos financieros que permiten hacer la transición hacia una agricultura más responsable.
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