Al incluir intereses, gastos asociados, comisiones y plazos de amortización, la TAE es un concepto muy completo que nos da una fotografía real de todos los costes del préstamo, hipoteca o crédito. Para más seguridad del cliente, la normativa española obliga a todas las entidades a incluir la TAE en la publicidad de sus productos, los contratos, así como la información previa a la contratación. Se manifiesta en diferentes productos:
- En depósitos, recoge la tasa que produce el dinero, a través de los flujos de interés a lo largo de las diferentes mensualidades.
- En préstamos, incluye conceptos como la comisión de apertura que se paga. La primera suele pagarse al inicio del producto.
- En hipotecas: incluye los gastos, los intereses y las comisiones, y puede que entren también otros costes. Si se han ofrecido productos adicionales ( seguro, tarjeta, plan de pensiones, fondo de inversión…); estos entrarán también en el cálculo de la Tasa Anual Equivalente.
Puedes informarte de los diferentes tipos de interés aplicados por las instituciones financieras en el Boletín Estadístico del Banco de España. También puedes consultar la evolución de los tipos de interés legales y otros tipos utilizados como referencia, estadísticas de tipos de interés aplicados por las instituciones financieras monetarias a hogares y sociedades no financieras, en la página del Banco de España sobre Estadísticas de tipos de interés.
Ahora que ya sabes más sobre la TAE y el TIN, cómo se aplican sobre los préstamos personales y cuáles son sus principales diferencias e implicaciones; sigue leyendo para enterarte de más aspectos del mercado económico y cómo te afecta en tu día a día.