La llegada de un bebé al mundo, no solo es un cambio en la familia, también es el comienzo de una emocionante aventura. Pero, como bien sabemos, también trae consigo desafíos financieros. En este artículo, explicaremos las claves para mantener tus finanzas bajo control desde el primer día y planificar con confianza los gastos de esta nueva etapa.
Las principales variables a tener en cuenta
Una de las formas más efectivas para planificar el control de los gastos es tener en cuenta los principales factores que inciden en ellos:
- Alimentación, ropa e higiene: Planificar los gastos en alimentación, ropa e higiene es fundamental desde el principio: nuevos elementos se incluyen en tu lista de compra como pañales, toallitas, purés o cereales. El coste de la vestimenta puede ser complicado de calcular debido al crecimiento rápido del bebé, pero heredar ropa de familiares o amigos puede reducir gastos. Además, la gestión de la vestimenta es esencial para aliviar la carga económica y promover la sostenibilidad.
- Sanidad: Uno de los aspectos clave a tener en cuenta, no solo durante los primeros meses del bebé, sino a lo largo de toda su infancia y adolescencia, es la seguridad de que tiene acceso a un servicio médico de calidad. Tanto la sanidad privada como la sanidad pública son opciones válidas y excelentes para garantizar que tu hijo o hija tenga acceso a una atención médica excepcional, proporcionada por una amplia gama de especialistas. Aunque la cifra total de asegurados en España supera ya la cuarta parte de la población (25,32%), vale la pena destacar que en la sanidad pública, muchas de las vacunas opcionales también están disponibles, lo que puede representar un ahorro significativo en el gasto dedicado a la salud durante el primer año de vida del pequeño.
- Educación y conciliación: a pesar de que existe un modelo de educación infantil pública, en España hay importantes barreras para poder acceder a ella. De este modo, más de la mitad de los hogares se ven obligados a escolarizar a sus hijos e hijas en centros privados. Los gastos mensuales en escuelas privadas pueden suponer alrededor de 360 euros de promedio, mientras que la educación pública suele tener un costo promedio de 130 euros. Para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, se destaca el derecho a ajustar las horas de trabajo y, a veces, tenemos la suerte de poder contar con ayuda familiar. Los abuelos desempeñan un papel significativo en la crianza de los nietos en el 70% de los hogares.
- Hogar: Cuando llega un bebé, es común ajustar la casa para satisfacer sus necesidades, lo que implica reorganizar el espacio, garantizar la seguridad y quizás hasta cambiar la decoración. Es esencial considerar el mobiliario específico para el bebé, como cunas, carritos y mantas. Aprovechar elementos heredados de la familia o amigos puede ser útil. Además, la llegada del pequeño también aumentará los gastos diarios, como el agua, la electricidad y el gas.
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Crianza y planificación deben ir de la mano
A partir de este esquema, debemos tener en cuenta que la implicación de estos apartados va variando en función de la edad del niño o niña. El primer año de vida es el que cuenta con los gastos más elevados, que suelen superar los 7.000 €. En este caso, la previsión de todo aquello que va a ser necesario en el crecimiento del bebé es crucial. Ser previsores nos va a permitir valorar lo que se nos ponga por delante y ser capaces de aprovechar ocasiones.
Por ese motivo, crear un presupuesto es fundamental para planificar los gastos. Conocer qué porcentaje puede ir destinado a la crianza del bebé ayudará a discernir de lo que es realmente importante y lo que no. Este presupuesto debe ser flexible y adaptarse siempre a los cambios que puedan surgir. Al tener un presupuesto podemos aprovechar para organizar un plan que nos permita ir ahorrando de forma paulatina, construir un pequeño colchón económico y así conseguir salir de los imprevistos en los que podamos encontrar.
La importancia de prepararse para lo imprevisto
Tener hijos implica cuidar las finanzas personales a corto y largo plazo. Junto con los gastos diarios, es fundamental crear un colchón financiero para imprevistos, y considerar la contratación de un seguro de vida para protegerlos pase lo que pase.
Un fondo de emergencia puede cubrir gastos inesperados, como reparaciones o pérdida de empleo, proporcionando seguridad financiera. Mientras tanto, un seguro de vida asegura que tus seres queridos estén protegidos en situaciones inesperadas, ayudando a cubrir costos futuros como la educación de tus hijos o la hipoteca. Estos dos aspectos son esenciales para garantizar un futuro seguro y feliz a tu familia.